Se
concibe al adolescente como un ser vivo lleno de posibilidades. El
educador es un animador. El acto de aprender es concebido como una
actividad creativa. Lo aprendido como base para aprender más en el
futuro. Se aprende lo que se hace. Es necesario unir la educación a la
vida. Ofertar una enseñanza que prepare para la vida presupone una
conexión explícita con el mundo cotidiano, de tal manera que se
establezca una fuerte corriente de fuera a dentro. Entendemos que el
aprendizaje tiene que dejar de ser lineal y pasar a organizarse de
manera concéntrica, de lo más concreto a lo más abstracto, de lo
particular a lo general; en síntesis, que sea fundamentalmente
inductivo, activo y experimental. Consideramos imprescindible que el
alumno sea sujeto activo de su propio proceso de maduración y
aprendizaje. |